domingo, 19 de enero de 2014

Una llanera en bici, ¡en Caracas!


El pasado diciembre empecé con la idea de agarrar la bicicleta de mi cuñada que se encontraba sin uso en el balcón y usarla para ir a mi trabajo en la Universidad Central de Venezuela. Llega enero, el mes de cumplir las promesas y fiel a mi propósito me voy un día a los Próceres con mi cuñada, cuñado y mi esposo; un paseo agradable, un reencuentro con la bici para ir tanteando el terreno. El fin de semana siguiente me monté de nuevo, esta vez en dirección contraria, pedaleé hasta coche y volví, le di unas vueltas a mi cuadra y ya, vivo en el Valle así que fue un paseo corto pero emocionante, era la primera vez sola en la calle en bici.

Hoy mi gata se acordó de que yo dije que iba a salir en bici temprano así que amablemente me despertó a las 6:15 am. Bueno, en realidad tenía sed y por eso me despertó pero igual cuenta. Unas cuantas vueltas con sueño, desayuné, me cepillé los dientes y lista. Deja de buscar excusas y móntate en la bici, ¿ o acaso quieres que se haga más tarde y haya más carros? ¿Dónde es que está la franela anaranjada?

A la 7:25 am estaba ya con el pie en el pedal en la avenida, agarré la intercomunal doblé en la salida a la autopista y me metí por Fuerte Tiuna, no hubo problemas para entrar y entonces fue maravilloso porque pude pedalear más rápido sin pensar en carros o peatones. Salí a los Próceres, pasé por el Ipsfa y agarré todo el paseo hasta las Tres Gracias (que los domingos está cerrado para que pasees en bici, patines o lo que quieras, menos carro). Empalmé con la ciclovía que sigue hasta plaza Venezuela y entonces me detuve en Sabana Grande. Eran apenas las 8:15 am. 

No me persiguieron perros, no tuve problemas con ninguna moto, carro o peatón, nada, fue perfecto. 

Y descubrí cosas. Descubrí que ese trayecto no tiene nada plano, aunque mis ojos de peatón así lo veían, medio subes, medio bajas, subes bastante, bajas sabroso, plano plano no es. 
Descubrí que en bici la gente se mira a la cara, para descubrir por qué lo haces, o tal vez solo para saber adónde vas a doblar. Descubrí que de nada te sirve usar camisas deportivas y casco y perolitos si con el insulto que le pegaste al carro que no te había visto (pero igual frenó apenas te vio) pierdes todo lo profesional que aparentabas ser. Descubrí que puedo llegar a Sabana Grande en poco tiempo, así que el próximo domingo ¡me anoto en la rodada con las Bicimamis! 

Creo que seguiré practicando, los sábados, los domingos, para luego tomar la bicicleta como mi medio de transporte en Caracas, no pierdo tiempo estancada en cualquier camionetica, pierdo kilos, gano salud, me ahorro unos cuantos viajes de metro y descubro cosas todos los días, en Caracas, en bici. 

Sobre quedarse en el aparato... y otras reflexiones parecidas...

Desde que empecé a trabajar online con clientes de otros países me he dado cuenta de la tremenda competencia que tenemos los traductores ...