miércoles, 19 de febrero de 2014

Y a la desesperanza, ¿cómo la atacas?

Desde que empezaron las protestas casi no he tocado la calle. Y ya con ese comentario empiezo a ganarme las miradas llenas de juicio del lector. He salido como tres veces nada más: una a la farmacia, una a casa de una amiga, una a una asamblea en la universidad. ¿Cómo? ¿Y no fuiste a marchar? No. No fui a marchar. No fui a trancar ninguna calle, no. "¡Por eso es que el país está como está!" Ya siento como me juzgan y me reclaman, si yo hubiese salido seguro ya tendríamos otro presidente, o por lo menos así me hacen sentir de a ratos.

Y allí está mi punto. Como yo hay millones. Es una mezcla de miedo y desesperanza. Un punto entre "aquí no va a pasar nada" y "y si se arma un peo y me matan". Hace poco discutía eso, luego de  la consabida "aquí va a haber un peo" yo respondo con lo que pienso la mayor parte del tiempo "si no pasó cuando se murió Chávez, si no pasó con las elecciones, ahora menos va a pasar". 

Comparto noticias que me parecen valiosas, pienso que podría organizar un foro, una tertulia, una jornada de carteles. Pero lo que veo en las redes sociales es gente que grita que salga a tirar piedra con  ellos, y que si no lo hago soy apática, no me interesa mi país, traidora, cualquier cosa. 

Y a esa desesperanza que ocupa mi cuerpo, y la de millones de otros venezolanos ¿cómo la combates? La misma lucha de convencer a los que no votan. Pero es una lucha, no un regaño. Porque menos ganas de salir me quedan después de que me gritas que es mi culpa que el país esté así, que corra a ayudarte a esconderte de los gases, que corra o que acaso no veo que pasa. Cada vez que leo "Despierta Venezuela" pienso: ¿y tú crees que yo no sé lo que pasa? Creo que el mensaje no es el  adecuado, ni está llegándole a quien debería.

Y conmigo hay un sector enorme de la población que no sale. Por diversas razones: miedo a la represión, la creencia de que es inútil y también la poca identificación con el discurso y los planes que ha manejado la oposición (y no me refiero solo a la MUD). 

Con las redes sociales nos mantenemos informados unos 4 millones de venezolanos. ¿Y el resto? ¿Cómo les dices lo que está pasando?, ¿cómo los involucras en la lucha? ¿Cómo me involucro en la lucha? 

No tengo respuestas. Tengo un montón de dudas en mi cabeza. Un revoltijo de tristezas, rabias y dudas. Y las redes me regañan, no me invitan. 

sábado, 8 de febrero de 2014

#AlTrabajoEnBici


Ya dije anteriormente que mi plan es usar la bicicleta para ir a mi trabajo en la UCV todos los días que pueda. He tenido ya unas dos semanas de práctica y creo que ya sé por qué me gusta tanto la idea de continuar haciéndolo:

1. Llegó más rápido en bici que en metro o en bus: en bus son unos 45 minutos aproximadamente, desde que piso la calle fuera de mi casa hasta que entro al aula de clases. La vuelta en los Próceres, la cola de la Bandera y la de los Símbolos hacen del bus el medio de transporte que más tiempo me toma (y más dinero). En Metro son 30 minutos, y llego con la lengua de corbata pues debo caminar hasta Trasbordo con mis regordetas piernas que no son muy eficientes para ir rápido.

2. Siento que estoy en control de mis ganas de llegar al lugar: en metro o bus nos detenemos porque el conductor se detiene. Diversas razones hay para esto, desde simple tráfico hasta arrollamientos en el metro. Pero en la bicicleta, si creo que voy tarde pedaleo más fuerte e ignoro el dolorcito en los muslos, si voy temprano me lo tomo con calma y voy relajada paseando.Lo primordial es que no tengo que sentir esa frustración de "el tren no llega y voy tarde" "con está cola voy a llegar tarde"... No, siento que hago todo lo que puedo por llegar a tiempo, estoy en todo el camino a cargo de mi puntualidad, no se la delego a otros. Eso me encanta. Y ojo, tampoco es que soy la mata de la puntualidad, pero yo la controlo.

3.Es relajante. Llego a clases sudada, ok, pero nada que unos minutos en reposo no solucionen. Además, llego de mejor humor y hasta mis alumnos se alegran cuando voy en bici.

Y ya. Creo que razones hay muchas más. Las relacionadas con el ambiente, las de hacer a Caracas más amigable, todas válidas. Pero esas tres anteriores son mías mías... :). ¿Y tú?¿Por qué te vas #AlTrabajoEnBici?

Sobre quedarse en el aparato... y otras reflexiones parecidas...

Desde que empecé a trabajar online con clientes de otros países me he dado cuenta de la tremenda competencia que tenemos los traductores ...