¿Y por qué me empeño en tener un blog? ¡Qué ganas de ser leída tan... grandes! Un psicólogo tuviese para entretenerse un rato con esas reflexiones. Ganas de que te lean, y de que piensen bien sobre las chorradas que escribes. Aceptación supongo. También influye el hecho de que me parece que las personas cercanas a la literatura o la poesía (sea en escritura o en comprensión) están en un nivel superior de espiritualidad. Y quiero eso. Me parecen más humanos. Nunca muy conforme con lo que hago pero haciendo muy poco para hacer más. ¿Se entiende eso?. Vuelve el problemita de la constancia, perseverancia. Disciplina. Eso me falta.
El otro día vi un video sobre un Colombiano/japonés que hablaba sobre la disciplina. Inspirador. Asientes mientras escuchas cómo deberías comportarte para alcanzar el éxito en lo que te propongas. Luego se termina el video, y a la media hora estoy de nuevo hipnotizada con algún programa de la caja boba.
Bueno, dejemos esto hasta aquí antes de que pase a mayores. Ya veré si escribo de nuevo. O escribo el año que viene.
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